sábado, 8 de septiembre de 2007

Quien la persigue... la consigue !!

Como digo en el titular... "Quien la persigue... la consigue". ¿A qué me refiero con eso?. Pues a nuestra historia amorosa entre Criss y Linda.

Después de cortejar a Linda desde que puso sus ojos de machote en ella (al principio, ojos de adolescente gatuno), Criss tuvo muy claro que Linda iba a ser su novia, su mujer... y la mamá de sus retoños.







¿Queréis ver la carita dulce de Linda... embarazada?

Está guapa, ¿verdad?

Pues a continuación os voy a poner algunas fotitos de sus preciosos cachorros para ir comentándolas. Agarraos... y preparad una servilleta porque se os va a caer la baba!!.

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¿Los véis bien? ¿A que son guapos?

Linda tuvo de su primera camada, 5 gatitos:
4 negritos como ella y una gatita gris como su padre, Criss.

Sus futuros dueños, la llamaron "Duquesa". Precioso nombre.
Aquí tenéis una foto de ella de mayor:

Físicamente se parecía a su padre, pero los ojos eran enteramente los de Linda. Dorados como el oro.

De los 4 gatitos negros, a uno lo llamé Duncan. Por entonces yo veía la serie de "Los Inmortales" y me encataba el protagonista. Se llamaba "Duncan Macclaud" - lo siento, pero no sé cómo se escribe el nombre!-.

Este es Duncan

Y este es Duncan con otro de sus hermanitos. Yo no me cansaba de hacerles fotos!

De entre los 4 gatitos negros, una gatita nació la última. La llamamos "Cristine", y era un poquito asmática. Temimos que nadie la quisiera por su problema, pero fue una de las primeras que se llevaron.

Esta es ella:

Claro, ¿cómo podía nadie resistirse a esa carita?. Con lo tierna que es...

Tener esta camada en casa fue maravilloso. Linda se portó como una madre estupenda, y no dejaba a sus cachorros ni a sol ni a sombra. Algunas veces, sin perder su instinto gatuno, Linda cogía algún pequeñín y lo escondía por los rincones de la casa. Entonces, nosotros escuchábamos sus pequeñines "miaus" y rescatábamos a estas bolitas que todavía no sabían andar.

Trastadas a parte de Linda, tuvimos mucha suerte porque cayeron en buenas manos todos los gatitos y mucha gente fue muy feliz. Con algunos mantuvimos el contacto telefónico durante mucho tiempo, para asegurarnos de que estaban bien, y por otro lado porque también había amigos entre ellos.

Esta, sin embargo, no fue la última camada de Linda. Pero... antes de que tuviera su segunda camada, alguien nos dio una sorpresa!.

Perla. (Podéis leer su historia en "La perfecta camada de Perla").

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