Como a todos los gatitos que han entrado en mi casa, que se han recogido en la calle, se le dió mucho cariño y mimitos. Pero en su caso y viendo que era de raza, pusimos en marcha un plan para encontrar a su verdadero propietario.
Como somos personas positivas y bien intencionadas, lo primero que se nos pasó por la cabeza fue que esta gatita pequeñita, se había escapado de su casa en un descuido en el que los dueños hubieran dejado la puerta abierta. La posibilidad de que después de comprar una gatita de raza, pudieran dejarla en la calle a conciencia, ni la contemplamos. Así que nos pusimos todos en acción.
Mi familia preguntó a amigos y a conocidos si habían oído algo acerca de una gatita persa negra perdida o noticia similar. Y yo por mi parte, me puse a hacer la labor más administrativa: Escaneé esta fotografía y la imprimí en decenas de folios blancos, con el número de teléfono de la casa de mi madre, repetido en vertical unas 25 veces (para que las personas pudieran arrancarlo).
Después, me dí una vuelta por toda Marbella y colgé carteles por todas las zonas, en las farolas, en las paradas de autobús, en las cabinas telefónicas, e incluso dejé su foto en farmacias,herboristerías, peluquerias... cualquier tienda abierta que me permitira dejarla en su puerta. Incluso, recuerdo haberla colgado en las tiendas de los "chinos"; Esas que venden artículos al modo de las tiendas de "todo a 1 euros", pero un poco mas caro.
Así que teníamos Marbella plagada de fotografías de Linda2, y a mi madre haciendo de relaciones públicas, preguntando por todas partes. También colgó uno de los carterles en el gimnasio al que iba ella.
Pasaba el tiempo y no recibíamos llamadas. Los servicios de limpieza comenzaron a arrancar los carteles y las paradas de autobuses ya no tenían los carteles de Linda2.
Nosotros estábamos preocupados porque habíamos extendido una red de búsqueda bastante grande y nadie llamaba.
Después de unos días, empezamos a preguntarnos si el dueño aparecería. Si realmente esta gatita se había escapado, si alguien tenía intención de encontrarla. Era imposible caminar por Marbella y no ver un sólo cartel....
Hubo un debate en mi casa y empezó a pensarse en la posibilidad de dar la gatita a alguien que estuviera interesado en ella, aunque no fuera su genuíno dueño. La mejor solución era buscar a algún amigo, conocido nuestros o persona con la que pudiéramos estar en contacto permanente, por si acaso aparecía su propietario.
Linda2 estuvo con nosotros casi un mes. Nosotros no podíamos tener más gatitos en casa. Y esta vez fue una de mis cuñadas, que le comentó nuestro problema a una clienta suya a la que conocía desde hacía tiempo y la señora estuvo encantada de recoger la gatita en su casa y darle todo el cariño del mundo. Estaba advertida de que podía aparecer el dueño, y tendría que desprenderse de ella si nos llamaban, pero no sabemos si fue por fortuna o por desgracia... que nunca llamó nadie preguntando por ella.
La señora se quedó la gatita y nos llamaba (sobre todo a mi cuñada) para contarle cómo estaba Linda2: Jugaba, saltaba, comía bien y era una gatita feliz. (No recuerdo cómo la llamó, pero seguro que le cambió el nombre ).
Como la vida real, dista mucho de tener finales ideales, no sabemos si hicimos o no lo suficiente para encontrar a su verdadero dueño, o si hubiera sido lo mejor para ella volver con él. Pero sí sabemos que le buscamos la mejor vida alternativa, con una buena persona que la acogió en su casa y le dió su cariño, alimento y un techo.
Linda encontró un hogar en el que era querida y para nosotros ese fue, a todas luces, un final feliz. (O más bien... ¡¡un comienzo feliz!!).
No hay comentarios:
Publicar un comentario