A continuación os pongo la historia de "Piojito", un gatito entrañable, de mano de mi cuñada. Esta vez, será ella quien cuente la historia de un gatito al que ella y mi hermano quisieron muchísimo.
"Éstas son fotos de nuestro querido hijo Piojito, sí, habéis leído bien " Piojo". Le bautizó mi marido. Pues apareció en nuestra vida con 2 hermanos más, a los cuales se le había muerto su madre callejera en un accidente y con los ojos cerrados todavía y después de 2 días, sin comer, nos los trajeron. En principio era solo para cuidarlos y encontrarles casa.
Era el más pequeñín y desvalido, lloraba todo el rato y casi no comía. A mí, casi me vuelve loca porque lloraba hasta con el biberón en la boca. Por la noche mi marido le daba el biberón y así supimos que lo único que le calmaba eran los cariños con la barba de un día sin afeitar.
Así, noche y día recibía cariños con la barba de un día... o dos. Como os podéis imaginar adoptó a mi marido como papa y le llegó al corazón. Yo queria que lo adoptara otra persona porque era muy llorón y mi marido decía que no lo diera. Yo le decía que si lo adoptaban lo daríamos, pero como era el pequeñajo y el más feo nadie lo quiso y se quedó en casa convirtiéndose en el mejor regalo del mundo , pues era muy especial.
Nos conquistó el corazón a todos, y digo a todos, porque hasta nuestra perrita Luci lo adoraba, convirtiéndose en uno de los gatitos mejor vividos y queridos del planeta. Aquí podéis ver algunas fotos de ellos dos juntos.
Lo bautizamos como piojito por ser tan pequeñito. Murió a los 3 años, leucemia felina. Pero fué en su larga enfermedad donde nos enseñó lo mejor de sí mismo, pese a sus molestias no perdió su alegría de vivir ni su caracter maravilloso, dóndonos cariños a todos y permaneciendo dulce y sereno hasta el fin de sus días.
Una buena enseñanza, quizás la mejor que un ser humano puede aprender, a ser cariñoso y dulce con las personas que te rodean, pues son en definitiva, las que siempre permanecen a tu lado. Te recordamos con cariño y dulzura Piojito, y aunque ahora seguro que estás tumbado en un sofá muy cómodo junto a otros seres que ya nos dejaron, no dudes que algún día nuestros caminos se volverán a cruzar!!!"
Era el más pequeñín y desvalido, lloraba todo el rato y casi no comía. A mí, casi me vuelve loca porque lloraba hasta con el biberón en la boca. Por la noche mi marido le daba el biberón y así supimos que lo único que le calmaba eran los cariños con la barba de un día sin afeitar.
Así, noche y día recibía cariños con la barba de un día... o dos. Como os podéis imaginar adoptó a mi marido como papa y le llegó al corazón. Yo queria que lo adoptara otra persona porque era muy llorón y mi marido decía que no lo diera. Yo le decía que si lo adoptaban lo daríamos, pero como era el pequeñajo y el más feo nadie lo quiso y se quedó en casa convirtiéndose en el mejor regalo del mundo , pues era muy especial.
Nos conquistó el corazón a todos, y digo a todos, porque hasta nuestra perrita Luci lo adoraba, convirtiéndose en uno de los gatitos mejor vividos y queridos del planeta. Aquí podéis ver algunas fotos de ellos dos juntos.
Lo bautizamos como piojito por ser tan pequeñito. Murió a los 3 años, leucemia felina. Pero fué en su larga enfermedad donde nos enseñó lo mejor de sí mismo, pese a sus molestias no perdió su alegría de vivir ni su caracter maravilloso, dóndonos cariños a todos y permaneciendo dulce y sereno hasta el fin de sus días.
Una buena enseñanza, quizás la mejor que un ser humano puede aprender, a ser cariñoso y dulce con las personas que te rodean, pues son en definitiva, las que siempre permanecen a tu lado. Te recordamos con cariño y dulzura Piojito, y aunque ahora seguro que estás tumbado en un sofá muy cómodo junto a otros seres que ya nos dejaron, no dudes que algún día nuestros caminos se volverán a cruzar!!!"