sábado, 8 de septiembre de 2007

La perfecta camada de Perla

No todo fue enemistad entre Perla y Criss. También tuvieron su romance.

Desde pequeñitos dormían juntos y aunque tuvieron sus más y sus menos, ambos sabían que había momentos en los que era lícito enterrar el hacha de guerra. En la foto de arriba podéis verlos casi recién venidos a casa. Perla, blanca como la leche y con mirada muy despierta. Criss... durmiendo como un tronco.

Cuando nos dimos cuenta de que Perla estaba esperando una camada, nos pusimos todos muy contentos.

Aquí la tenéis, embarazada


No teníamos ni idea de cómo iban a salir los gatitos, y todo eran hipótesis: Que si algunos saldrían como Perla, que si tendría algunos grises... y la realidad fue que los 7 pequeñines que tuvo, fueron una perfecta mezcla del siamés y el persa.

Todos ellos parecían físicamente gatitos siameses, pero su pelo era más suave, más espeso y la musculatura era más fuerte, de formas redondeadas.

Nacieron todos muy, muy blanquitos, como Perla, que por eso la llamamos así. Eran todos bolitas blancas, y con el tiempo, las puntitas de sus orejas, patitas y rabo se fueron poniendo más oscuras.

Todos tuvieron los ojos azules, y cada uno desarroló su propio carácter. Unos se dejaban cojer más, otros eran más independientes, y de entre todos, dos de ellos salieron más especiales aún: Tommy y Ariel.

(Desgraciadamente, no tengo fotos de la camada de Perla, debido a que una "amiga" hizo una gran estupidez, y además adrede. Después de tirarme 1 mes echándole fotos a los gatitos, mientas mamaban, jugaban y de cuatrocientas mil posturas, llené un carrete entero de fotos sólo con ellos. Cuando mi amiga vino a casa no se le ocurrió otra cosa que abrirme la cámara y velarme todo el reportaje. )

¿Por qué Tommy y Ariel eran tan especiales?. Pues porque además de peluchitos hermosísimos, cada uno desarrolló el carácter de su padre o de su madre:

Ariel se parecía sobre todo a Perla. Era el líder de la camada. El más altivo, el que tenía mejor porte. Tenía el pelaje de color blanco cálido, unos ojos muy expresivos y vivos. Los gestos, eran los de un gato decidido, independiente, ligeramente orgulloso.

Ariel era increíble físicamente y de personalidad.


Tommy era levemente más grande que Ariel. su pelo también era ligeramente más oscuro. Su carita era un pelín más ancha y de carácter era casi clavado a Criss: Un gran gato bonachón, tranquilo, que pasaba de los problemas y sólo quería comer y jugar.

Este de aquí abajo, es Tommy


Mi familia y yo no podíamos desprendernos de ellos. Eran nuestro más preciado tesoro. Una delicia de gatos. Amorosos, blanditos, juguetones, preciosos... perfectos.

No sé cómo fue la cosa, pero un día, mi cuñada -la dueña de Aramis-, nos comentó que le había mandado las fotos de los gatos a su madre y hermano, que vivían en Alemania. Les habían encantado los gatos, y le pedían poder quedárselos. Creo que a la madre le gustaba Ariel y al hermano le gustaba Tommy.

Nosotros no queríamos que se fueran de casa, pero pensando que iba a estar "dentro de la familia", aunque muy lejos, poco a poco fuimos haciéndonos a la idea. Mientras se decidió finalmente que allí estarían bien, Perla y Criss los disfrutaron todo lo que pudieron. Más de tres meses.

Aquí podéis ver unas fotos de Perla, con sus preciosos hijos. Yo nunca más he visto a mi gata tan feliz. Creo que desde que tuvo su camada - y la única -, se hizo más comprensiva, más dócil, más conciliadora, más dulce y sobre todo más confiada.

Un gesto que se convirtió en algo usual para ella, era levantar la patita de atras y mostrar su barriguita para que se la acariciaran, como haría un perro.

¿La véis con la patita levantada?. Sip. Perla se hizo muy maternal. No se despegó de sus niños para nada, y fue una madre muy muy dedicada y feliz.

(Esa bolita de pelo color crema que véis detrás, es un gatito persa que se cogió mi cuñada, al que llamaron Boris).

Aquí os pongo más fotos de estos magníficos gatitos:


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Aquí podéis ver a Boris mejor. Es una preciosidad también. Todavía vive en casa de mi cuñada, con su hija Alba.

Je,je,je. Esta foto me encanta!. Parecen un "Tu y yo"


Y..... a todo esto que Linda no quiso ser menos y casi cuando iban a llevarse a Ariel y a Tommy a Alemania, tuvo su segunda camada. Podréis ver a algún pequeñín entre las fotos. Al final, se ponían todos juntitos en las cestitas, para dormir.


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Finalmente, Tommy Y Ariel se fueron a Alemania. Todos los echamos muchísimo de menos. Creo que son los gatitos que más nos ha costado dar, aunque sea a la propia familia.

Los parientes de mi cuñada, nos iban informando de todo y también nos mandaban fotos de ellos. ¿Queréis verlos de mayores?.

Aquí os pongo a Ariel


¿No os parece un gato precioso?. A mí su mirada se me asemeja muchísimo a la de Perla.

Y aquí os voy a poner a Tommy -¡¡veréis que la posse es la de su padreeeeeee!!-.


El no se cansaba... para qué sentarse si se puede uno acostar!. Como véis, su carita es más parecida a la de su padre. Se convirtió en todo un señor gato (a mí me recuerda a un auténtico ragdoll).

Pero.... no tuvieron mucha suerte en Alemania.

Con el paso del tiempo, al ser aquel lugar residencial y no haber vallas, los animales salían al jardín y jugaban como si no hubiera peligro. Desgraciadamente, la mala suerte hizo que ambos gatos fueran atropellados, uno un año, otro casi al siguiente, por los coches que pasaban en la urbanización.

Un duro golpe para nosotros...y el final para ellos.

(Si de algo nos hemos arrepentido en la vida, ha sido de no habernos quedado estos dos gatos en nuestra casa)

Y bueno, no tengo muchas fotos de ellos, como he dicho antes. Pero aquí podéis verme a mí con Ariel en brazos, más contenta que una niña con zapatos nuevos:

Y alguna fotito más...


En fin...

Tommy y Ariel, también están presentes en nuestro día a día y en nuestros corazones.


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