lunes, 10 de septiembre de 2007

El alma de un gato especial




Todo buen Lord que se precie, debe de ser un romántico...

...y Cristian lo era.

Así fue como nos lo encontramos un día mi familia y yo, en la terraza.

Cris miraba directamente la puesta de sol anaranjada, con ojos profundos e intensos. No movía ni un músculo y parecía sumido en sus propios pensamientos.

La tarde era cálida y el sol se estaba ocultando entre nubes rosadas por el oeste. El cielo era un espectáculo que Cristian no quiso perderse.

Su quietud reflejaban la paz que sentía en ese momento y sus ojos verdes, los últimos rayos que incidían en su cuerpo.

En esta foto, más que en ninguna otra, se puede llegar al alma de este gato tan especial.

No hay comentarios: