Como podréis ver en este video, Arwen se hartó de lavar a Perla hasta la saciedad. Y Perla, como una santa, aguantó todos los lametazos, las "mordidas" de orejas, y las patas delante de sus ojos.
Cuando empecé a grabar este video ya habían pasado varios minutos desde que emperaza Arwen a acicalar a nuestra querida siamesa. Así que tiene mérito la cantidad de tiempo que Perla aguantó estoicamente todos los "mimitos" de la peludita blanca. ;-))
Eso sí, seguro que se le estaba cayendo la baba con su niña. Y es que Arwen es una gatita muy mimosa y le encanta dar muuuuuuchos besitos. :))
Mirad el video, que las imágenes lo dicen todo:
http://www.youtube.com/watch?v=VsX2wqOiM_Q
viernes, 14 de diciembre de 2007
martes, 4 de diciembre de 2007
Más fotitos
Arwen, posando junto a una bombonera de rocas de cuarzo roza.
¿Quién es la piedra preciosa aquí?
El resultado es que la mayoría no quedaron muy nítidas. XDD
Pero está hecha un bomboncito en todas. :))
Eso sí... aparece medio dormida, porque la pillé echando una siesta.
Y aquí abajo está en su sitio preferido. Delante del monitor, entre mi teclado y los altavoces.
Le encanta dormir ahí... y a mí no me deja ver nada. Ja,ja,ja.
Le encanta dormir ahí... y a mí no me deja ver nada. Ja,ja,ja.
¿Véis un poquito de Perla en esta foto?.
Cuando se juntan las dos, ya me distraigo con lo que estaba haciendo y,
acabo dándoles mimos a ellas. Será que lo saben y por eso se ponen ahí.
Cuando se juntan las dos, ya me distraigo con lo que estaba haciendo y,
acabo dándoles mimos a ellas. Será que lo saben y por eso se ponen ahí.
Pero es una delicia verlas y siempre tengo la cámara al lado para que podáis ver imágenes como estas.
Cuando se quedan dormiditas me dan tentaciones de acariciarlas hasta cansarme yo.
Cuando se quedan dormiditas me dan tentaciones de acariciarlas hasta cansarme yo.
Pero tengo que aguantarme un poquito porque si no, las despierto.
Aunque cuesta, ¿eh?
Aunque cuesta, ¿eh?
Y por útimo una imagen de Arwen lavando a Perla.
Tharem está montando el vídeo, porque es una preciosidad.
A ver si entre hoy y mañana lo colgamos. :))
¡¡Espero que os hayan gustado las fotos!! ;-))
jueves, 15 de noviembre de 2007
Casi 4 meses y está hecha toda una reina
Cada vez estamos más enamorados de estos ojitos
Y de esa mirada inquieta y curiosa, que revela sus vivos pensamientos
Es una gatita muy compañera, que siempre está dispuesta a jugar
Se está convirtiendo en una gatita preciosa, cada día más
Se distrae con el vuelo de una mosca, incluso mirando nuestros peces en el acuario
Es una gatita muy feliz, que te dice con su mirada que te quiere y que agradece tus atenciones
Tiene unos mofletitos blanquitos y tiernos.
Y esa naricita oscura, que le resalta como si estuviera entre la nieve.
Y esa naricita oscura, que le resalta como si estuviera entre la nieve.
Es un encanto revoltoso, buena y jugetona; tierna y vivaracha. Dulce e inteligente.
Nos tiene enamoraditos. Con sus casi 4 meses y está hecha toda una reina
Su pelito es suave como la seda. Me pasaría el día entero acariciándola
Upsss! Mami Perla... ¿no te estarás poniendo celosa?.
¡Pero si tu eres la niña de nuestros ojos! ... ya lo sabes.
¡Pero si tu eres la niña de nuestros ojos! ... ya lo sabes.
Sip, ¡¡y también los libros!!
Aunque para ella sólo son un trampolín donde seguir jugando
Menos mal que te tenemos a ti para que le enseñes con tu paciencia.
Arwen no podría tener mejor madre que tu y por eso te estamos muy agradecidos.
Arwen no podría tener mejor madre que tu y por eso te estamos muy agradecidos.
Sí, Perlita. Sin ti no sería lo mismo.
Eres nuestra gatita especial y jamás habrá otra como tu.
Eres nuestra gatita especial y jamás habrá otra como tu.
Y ahora a lavarse y a dormir.
Otro día, más. ;-))
Otro día, más. ;-))
viernes, 9 de noviembre de 2007
Perla y las gambas
Bueno, esta vez la historia la cuenta Tharem. Os la voy a colgar yo, y ya me diréis qué os parece. Desde luego, Perla es una gata muy especial.
===========
Dicen que los gatos pueden vocalizar más de cien sonidos diferentes. Debe ser verdad, porque a día de hoy, y tras quince años, nuestra querida siamesa, Perla, sigue generando, a veces, maullidos a los que no estamos acostumbrados. Y por supuesto, cada día nos sorprende con algo nuevo.
Hace unos días, tuvimos que darle a Arwen un tratamiento a base de jarabe durante siete días. El jarabe olía fatal, y ella lo rechazaba, pero se nos ocurrió la idea de sobornarla con una gamba en cada toma, cosa que funcionó a las mil maravillas. Pero claro, si a la pequeñaja le gustan las gambas, a Perla le apasionan, las adora, le vuelven loca...
Al final, a cada toma de jarabe, teníamos que dar una gamba a trocitos para cada una. Como había que hacer dos tomas diarias, me veía obligado, cada noche, a hervir unas cuantas gambas durante un par de minutos, ponerlas a enfriar en la encimera (donde no se suben), y luego meterlas en la nevera para tenerlas listas al día siguiente.
Una noche, estábamos en el estudio Dalthea y yo, en nuestros ordenadores y en nuestras cosas cuando, de repente, aparece Perla en la habitación, con sus andares característicos. Se dirigió a la alfombra y soltó un maullido como no habíamos oído anteriormente (inusual por su volumen, pero sobre todo por su entonación)
Me alarmé inmediatamente porque maullidos parecidos a ese sólo los suelta cuando algo le ha sentado mal y se dispone a vomitar. Para confirmar mi sospecha, Perla se acercó a la alfombra, inclinó la cabeza y soltó algo de su boca.
Mi mujer y yo nos precipitamos hacia ella para limpiar lo que hubiera echado, e intentar que dejara de vomitar sobre la alfombra. Fue en ese momento cuando vimos que lo que había en el suelo no era un vómito, sino dos gambas enteras.
Yo me había olvidado del cuenco en el que había dejado enfriando 5 gambas, y Perla había subido a la encimera, pero en lugar de comerse su botín allí y luego desaparecer por la casa, había tenido la fuerza de voluntad como para coger dos de ellas en la boca, traérnoslas hasta el estudio y pedirnos permiso para comérselas.
Corrí a la cocina, pensando que no quedaría nada en el cuenco, pero no: las tres gambas restantes seguían allí. Perla había respetado TODA la comida. Sólo había traído un poco para pedir permiso.
Estuve a punto de regañarla por haber subido a la encimera, pero reaccioné a tiempo. Por un lado, no lo hubiera entendido, ya que en ese momento, ella estaba en el estudio, y por otro lado... ¡¡que leches!! se merecía un premio en lugar de un castigo. Le dejamos comerse su gamba, aparte de la que le correspondía por el jarabe de Arwen, y le dimos todos los mimos que pudimos para recompensarla.
Nosotros, por nuestra parte, seguimos todavía con la boca abierta. Esta es una de esas cosas en las que te preguntas si tu gata no será, en realidad, medio humana.
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Dicen que los gatos pueden vocalizar más de cien sonidos diferentes. Debe ser verdad, porque a día de hoy, y tras quince años, nuestra querida siamesa, Perla, sigue generando, a veces, maullidos a los que no estamos acostumbrados. Y por supuesto, cada día nos sorprende con algo nuevo.
Hace unos días, tuvimos que darle a Arwen un tratamiento a base de jarabe durante siete días. El jarabe olía fatal, y ella lo rechazaba, pero se nos ocurrió la idea de sobornarla con una gamba en cada toma, cosa que funcionó a las mil maravillas. Pero claro, si a la pequeñaja le gustan las gambas, a Perla le apasionan, las adora, le vuelven loca...
Al final, a cada toma de jarabe, teníamos que dar una gamba a trocitos para cada una. Como había que hacer dos tomas diarias, me veía obligado, cada noche, a hervir unas cuantas gambas durante un par de minutos, ponerlas a enfriar en la encimera (donde no se suben), y luego meterlas en la nevera para tenerlas listas al día siguiente.
Una noche, estábamos en el estudio Dalthea y yo, en nuestros ordenadores y en nuestras cosas cuando, de repente, aparece Perla en la habitación, con sus andares característicos. Se dirigió a la alfombra y soltó un maullido como no habíamos oído anteriormente (inusual por su volumen, pero sobre todo por su entonación)
Me alarmé inmediatamente porque maullidos parecidos a ese sólo los suelta cuando algo le ha sentado mal y se dispone a vomitar. Para confirmar mi sospecha, Perla se acercó a la alfombra, inclinó la cabeza y soltó algo de su boca.
Mi mujer y yo nos precipitamos hacia ella para limpiar lo que hubiera echado, e intentar que dejara de vomitar sobre la alfombra. Fue en ese momento cuando vimos que lo que había en el suelo no era un vómito, sino dos gambas enteras.
Yo me había olvidado del cuenco en el que había dejado enfriando 5 gambas, y Perla había subido a la encimera, pero en lugar de comerse su botín allí y luego desaparecer por la casa, había tenido la fuerza de voluntad como para coger dos de ellas en la boca, traérnoslas hasta el estudio y pedirnos permiso para comérselas.
Corrí a la cocina, pensando que no quedaría nada en el cuenco, pero no: las tres gambas restantes seguían allí. Perla había respetado TODA la comida. Sólo había traído un poco para pedir permiso.
Estuve a punto de regañarla por haber subido a la encimera, pero reaccioné a tiempo. Por un lado, no lo hubiera entendido, ya que en ese momento, ella estaba en el estudio, y por otro lado... ¡¡que leches!! se merecía un premio en lugar de un castigo. Le dejamos comerse su gamba, aparte de la que le correspondía por el jarabe de Arwen, y le dimos todos los mimos que pudimos para recompensarla.
Nosotros, por nuestra parte, seguimos todavía con la boca abierta. Esta es una de esas cosas en las que te preguntas si tu gata no será, en realidad, medio humana.
martes, 6 de noviembre de 2007
¡¡ Castañas al poder !!
Bueno, pues a petición popular contaré la historia de las castañas, que es sobre todo entrañable y muy típica de nuestro lord, Cristian.
Todo esto ocurrió más o menos hace unos años, finalizando el mes de Octubre.
Tharem y yo fuimos el día de la fiesta de San Pedro, creo que caía en 19 de Octubre, a coger castañas a Juanar, un lugar idóneo para coger castañas a pocos kilómetros de Marbella.
Era un día lluvioso y todo el mundo estaba disfrutando de la feria, menos nosotros, que no somos de bullicios, y preferimos ir a meternos entre los árboles y recoger las preciadas primeras castañas de los árboles.
Quiso el día que con el agüilla que estaba cayendo, tuvieramos una mañana redonda. Los chuzos de las castañas caían a nuestro paso por el peso de la lluvia y porque estaban ya maduros. Tharem y yo sólo teníamos que agacharnos para abrir los chuzos recién caídos y guardar las castañas brillantitas y de piel fina y lisa en las bolsas de plástico que habíamos traído para ese fin.
Lo gracioso era que como llovía, sólo dos locos como nosotros estabamos en ese bosque, y no parábamos de coger castañas aquí y castañas allí. Mientras cogíamos un puñado, ya llamaba uno u otro diciendo: "¡¡Mira, allí han caído más, corre!!. Y así que pasamos nuestras buenas dos horas de un lado a otro, con la humedad de los árboles calándonos los huesos, pero más alegres que unas castañuelas por la aventura bajo la lluvia.
No sé cómo nos las apañamos entre los paraguas y las bolsas repletas de castañas que colgaban de nuestros brazos, pero la verdad es que si no cogimos 3 bolsas llenitas de ellas, no cogimos ninguna.
Ya a medio día, y después de disfrutar de unos buenísimos bocadillos dentro del coche y con la calefacción a toda pastilla para quitarnos la humedad de los pantalones y las zapatillas, nos dirigimos a casa de mi madre para enseñarles a todos lo fructífera que había sido esa mañana. Nos lo habíamos pasado estupendamente y además traíamos las castañitas que asaríamos el día 1 de Noviembre. Estábamos encantados.
Una vez llegamos, los dos medio mojados, con las sonrisas de oreja a oreja, medio eufóricos y sin parar de hablar, le contamos a mis padres la aventura. Mi madre miró las bolsas llenas de castañas y se sorprendió como esperábamos. Nos dijo entonces que teníamos que ponerlas a secar al sol, porque estaban húmedas de haber caído la lluvia y que debíamos buscarles un lugar para que les diera el aire y se secaran poco a poco. El único lugar que se nos ocurrió para tanta castaña, fue la terraza.
En la terraza de mi madre, la mesa de la terraza es de madera - la hizo mi padre, una mesa grande y fuerte -, y ella siempre la tiene cubierta porque sabe que los gatos se pasean. Perla tomaba el sol en ella todos los días, como si fuera su camita particular. Y Cris también disfrutaba de las alturas. Así que las castañas acabaron repartidas cuidadosamente encima de la mesa, para que les diera el sol y no se pudrieran mientras llegaba el día festivo.
Pero claro, algo con lo que no contaban mis padres era con las travesuras de Cris. A pesar de que ya la había líado una vez con los huevos, haciendo golf en la cocina con ellos, no se les ocurrió pensar que esto significaría un nuevo reto para nuestro Cristian.
En un momento dado del día, después de disfrutar de una buena y calentita comida en el salón interior de la casa, vimos cómo Cris se pegaba unas carreras enormes por los pasillos. Eso no nos huiera extrañado, ya que a él le encantaba correr la maratón, si no hubiera sido por el ruido de "clack", que hacía algo pequeñito al chocar contra los muebles y las paredes.
Mi madre fue hacia él y entre sus patas había una castaña. Le pareció muy graciosos, porque era una monada que el animalito hubiera cogido una castaña para jugar y pasar el rato. Era inocente, tierno...
Todo esto ocurrió más o menos hace unos años, finalizando el mes de Octubre.
Tharem y yo fuimos el día de la fiesta de San Pedro, creo que caía en 19 de Octubre, a coger castañas a Juanar, un lugar idóneo para coger castañas a pocos kilómetros de Marbella.
Era un día lluvioso y todo el mundo estaba disfrutando de la feria, menos nosotros, que no somos de bullicios, y preferimos ir a meternos entre los árboles y recoger las preciadas primeras castañas de los árboles.
Quiso el día que con el agüilla que estaba cayendo, tuvieramos una mañana redonda. Los chuzos de las castañas caían a nuestro paso por el peso de la lluvia y porque estaban ya maduros. Tharem y yo sólo teníamos que agacharnos para abrir los chuzos recién caídos y guardar las castañas brillantitas y de piel fina y lisa en las bolsas de plástico que habíamos traído para ese fin.
Lo gracioso era que como llovía, sólo dos locos como nosotros estabamos en ese bosque, y no parábamos de coger castañas aquí y castañas allí. Mientras cogíamos un puñado, ya llamaba uno u otro diciendo: "¡¡Mira, allí han caído más, corre!!. Y así que pasamos nuestras buenas dos horas de un lado a otro, con la humedad de los árboles calándonos los huesos, pero más alegres que unas castañuelas por la aventura bajo la lluvia.
No sé cómo nos las apañamos entre los paraguas y las bolsas repletas de castañas que colgaban de nuestros brazos, pero la verdad es que si no cogimos 3 bolsas llenitas de ellas, no cogimos ninguna.
Ya a medio día, y después de disfrutar de unos buenísimos bocadillos dentro del coche y con la calefacción a toda pastilla para quitarnos la humedad de los pantalones y las zapatillas, nos dirigimos a casa de mi madre para enseñarles a todos lo fructífera que había sido esa mañana. Nos lo habíamos pasado estupendamente y además traíamos las castañitas que asaríamos el día 1 de Noviembre. Estábamos encantados.
Una vez llegamos, los dos medio mojados, con las sonrisas de oreja a oreja, medio eufóricos y sin parar de hablar, le contamos a mis padres la aventura. Mi madre miró las bolsas llenas de castañas y se sorprendió como esperábamos. Nos dijo entonces que teníamos que ponerlas a secar al sol, porque estaban húmedas de haber caído la lluvia y que debíamos buscarles un lugar para que les diera el aire y se secaran poco a poco. El único lugar que se nos ocurrió para tanta castaña, fue la terraza.
En la terraza de mi madre, la mesa de la terraza es de madera - la hizo mi padre, una mesa grande y fuerte -, y ella siempre la tiene cubierta porque sabe que los gatos se pasean. Perla tomaba el sol en ella todos los días, como si fuera su camita particular. Y Cris también disfrutaba de las alturas. Así que las castañas acabaron repartidas cuidadosamente encima de la mesa, para que les diera el sol y no se pudrieran mientras llegaba el día festivo.
Pero claro, algo con lo que no contaban mis padres era con las travesuras de Cris. A pesar de que ya la había líado una vez con los huevos, haciendo golf en la cocina con ellos, no se les ocurrió pensar que esto significaría un nuevo reto para nuestro Cristian.
En un momento dado del día, después de disfrutar de una buena y calentita comida en el salón interior de la casa, vimos cómo Cris se pegaba unas carreras enormes por los pasillos. Eso no nos huiera extrañado, ya que a él le encantaba correr la maratón, si no hubiera sido por el ruido de "clack", que hacía algo pequeñito al chocar contra los muebles y las paredes.
Mi madre fue hacia él y entre sus patas había una castaña. Le pareció muy graciosos, porque era una monada que el animalito hubiera cogido una castaña para jugar y pasar el rato. Era inocente, tierno...
La cosa cambió cuando mi madre fue a llevar esa castaña a la terraza, después de explicarle amablemente a Cris que las castañas no eran para él y que tenía pelotitas para eso. El gato, claro, no se enteró de nada y la siguió porque le había quitado su juguete.
Entonces fue cuando mi madre clamó al cielo y fuimos todos corriendo a la terraza.
A ver... cómo lo explico...
¿¿Podéis imaginaros el contenido de tres bolsas llenitas de castañas, que estaban anteriormente bien extendidas en la mesa, por todo el suelo de la terraza??.
Bien, pues imaginadlo mejor porque seguro que os dejáis algunas 100 castañas sin añadir en vuestra imaginación; El suelo estaba tan lleno de castañas que no podíamos pisarlo sin machacar alguna con los zapatos. Tuvo que venir mi madre con la escoba para poder hacer sitio y que pudiéramos pasar.
¡Había castañas hasta en la jardinera!
Cristian se había entretenido tirando una tras otra las castañas y viendo el jaleo que estaba montado y cómo rodaban por el suelo, yo creo que se revolcó en la mesa eufórico y todas las castañas que estaban apretaditas unas contra otras salieron volando como una cascada entre las sillas y caminito al suelo, la jardinera, y debajo de las macetas.
Fue un Show, y todos estuvimos recogiendo castañas hasta que nos hartamos. Como siempre, nuestro lord, nos miraba al estilo "Garfield", sin moverse del sitio y agitando la cola de felicidad.
¿Pero qué estaban haciendo los humanos?. Seguramente entreteniéndose, igual que él antes. Menos mal que estaba él para enseñarles cómo había que pasar el rato, porque normalmente los humanos no hacían cosas divertidas.
Nuestro Cris... irrepetible. (Arwen, ¡tienes mucho que aprender!).
viernes, 2 de noviembre de 2007
El día de la Castañada
Bueno, nuestra Arwen ya tiene sus vacunas de cachorrita puestas. La semana pasada terminamos su tratamiento de flagyl y la veterinaria le puso sus vacunas de trivalente y leucemia. Se portó estupendamente en el coche y no dijo ni "miau" cuando la vacunaron. Ya se está acostumbrando al coche y le encanta ir en el transportín.
Ayer pasamos el día del "Tostón" o la "castañada" en casa de mis padres y nos llevamos a Arwen. Mis sobrinas están loquitas con ella. Una de ellas no deja de cogerla en brazos y la gatita parece mantequilla en sus brazos. Se derrite con todos sus mimos y cariñitos. A mi madre le hace mucha gracia ver cómo se llevan tan bien.
También, como era un día especial, le dimos un poco de latita y probó el jamón serrano. ¡Le encantó!. Qué buena boca tiene. Le gusta todo: El atún, el jamón york, el jamón serrano... ¡hasta el queso!. Si es que cuando se nos cae un trocito de algo al suelo, ya está ella oliéndolo y probándolo. Perla pasa de todas estas comidas, y sólo las gambas la traicionan. Ja,ja,ja,ja.
En fin. Que ayer fue un día fantástico y cuando volvimos a casa, Arwen se fue derechita a su bebedero y luego a buscar a Perla. Al ratito estaban las dos acurrucadas en su cestita. Esa en la que se lo pasaban tan bien los gatitos pequeñitos que recogimos de la calle y le buscamos casa.
Tenemos un par de anécdotas con respecto a las "castañas", que nos acordamos ayer mi madre y yo sobre Cris. A ver si busco un ratito y la cuento.
(Por cierto, el carácter de Arwen se está pareciendo al de Cristian. ¡Cualquiera diría que hubiera sido su hija!. Tiene gestos, sonidos, y miradas muy parecidas a las de él. Pero Arwen se deja coger más, acariciar y es menos independiente que él. A donde vas tu, ella te sigue).
Otro día, cuento la anécdota de Cris sobre las castañas y un gesto precioso que tuvo Perla el otro día, cuando se quedó a solas con unas cuantas gambas cocidas. Fue increíble. Aunque Perla es una gatita excepcional, me sigue sorprendiendo y cada día estoy más orgullosa de vivir con ella).
Ayer pasamos el día del "Tostón" o la "castañada" en casa de mis padres y nos llevamos a Arwen. Mis sobrinas están loquitas con ella. Una de ellas no deja de cogerla en brazos y la gatita parece mantequilla en sus brazos. Se derrite con todos sus mimos y cariñitos. A mi madre le hace mucha gracia ver cómo se llevan tan bien.
También, como era un día especial, le dimos un poco de latita y probó el jamón serrano. ¡Le encantó!. Qué buena boca tiene. Le gusta todo: El atún, el jamón york, el jamón serrano... ¡hasta el queso!. Si es que cuando se nos cae un trocito de algo al suelo, ya está ella oliéndolo y probándolo. Perla pasa de todas estas comidas, y sólo las gambas la traicionan. Ja,ja,ja,ja.
En fin. Que ayer fue un día fantástico y cuando volvimos a casa, Arwen se fue derechita a su bebedero y luego a buscar a Perla. Al ratito estaban las dos acurrucadas en su cestita. Esa en la que se lo pasaban tan bien los gatitos pequeñitos que recogimos de la calle y le buscamos casa.
Tenemos un par de anécdotas con respecto a las "castañas", que nos acordamos ayer mi madre y yo sobre Cris. A ver si busco un ratito y la cuento.
(Por cierto, el carácter de Arwen se está pareciendo al de Cristian. ¡Cualquiera diría que hubiera sido su hija!. Tiene gestos, sonidos, y miradas muy parecidas a las de él. Pero Arwen se deja coger más, acariciar y es menos independiente que él. A donde vas tu, ella te sigue).
Otro día, cuento la anécdota de Cris sobre las castañas y un gesto precioso que tuvo Perla el otro día, cuando se quedó a solas con unas cuantas gambas cocidas. Fue increíble. Aunque Perla es una gatita excepcional, me sigue sorprendiendo y cada día estoy más orgullosa de vivir con ella).
lunes, 22 de octubre de 2007
Video de Arwen
http://youtube.com/watch?v=dTNCbJvtd_E
El domingo 21, Tharem y yo hicimos un video muy gracioso de Arwen. Se llama "Arwen la revoltosa", porque hemos escogido todos los trocitos de diversos vídeos donde ella más se mueve, y hace travesuras.
La música también es muy bonita, de Alex Ubago. El título de la canción es "Sigo aquí", y es el tema principal de una película infantil.
¡¡Esperamos que os guste!!
El domingo 21, Tharem y yo hicimos un video muy gracioso de Arwen. Se llama "Arwen la revoltosa", porque hemos escogido todos los trocitos de diversos vídeos donde ella más se mueve, y hace travesuras.
La música también es muy bonita, de Alex Ubago. El título de la canción es "Sigo aquí", y es el tema principal de una película infantil.
¡¡Esperamos que os guste!!
jueves, 18 de octubre de 2007
Arwen cumple sus 3 meses
El premio, las gambas
No sé cómo lo haréis vosotros con vuestros gatitos a la hora de dar los medicamentos. Nosotros hemos encontrado un sistema muy bueno que nos funciona. Se trata de premiar al gatito cada vez que se toma una medicina.
Con Perla, a penas tenemos que utilizarlo, porque debido a su edad, a parte de la desparasitación en poca cosa tenemos que alterarle su rutina. Pero Arwen, la pequeñita, está en plena edad de vacunas, análisis y desparasitación.
Para la segunda desparasitación, ya que la primera estubo a cargo de su criadora, nuestra veterinaria nos ha recomendado que le demos durante una semana Flagyl. Ya lleva unos días tomándolo y el progreso es evidente.
Flagyl es un jarabe para uso humano, pero dosificado adecadamente por un veterinario, se le administra igualmente a nuestro gato. Si alguien ha probado dárselo, habrá observado que no es "del todo" del gusto del animalito. De hecho, recula, sacude la cabeza, y se vuelve un poco como "la niña del exorcista". Quiero decir, que NO LES GUSTA NADA.
Lo que hacemos Tharem y yo es descubrir qué es lo más le gusta a nuestro gato y reservarlo sólo como golosina para premios. En el caso de Arwen son las gambas. :)))
Cuando le damos el jarabe a Arwen, justo después la premiamos con una gambita troceada. A parte de que así asocia el jarabe a algo bueno, le quita el mal sabor de boca. Durante los primeros días a penas se nota el cambio, pero luego te das cuenta cómo te forma menos jaleo a la hora de la medicación, porque sabe que después se come una gamba, que le encanta.
¡Probadlo, porque funciona!. ;-))
Con Perla, a penas tenemos que utilizarlo, porque debido a su edad, a parte de la desparasitación en poca cosa tenemos que alterarle su rutina. Pero Arwen, la pequeñita, está en plena edad de vacunas, análisis y desparasitación.
Para la segunda desparasitación, ya que la primera estubo a cargo de su criadora, nuestra veterinaria nos ha recomendado que le demos durante una semana Flagyl. Ya lleva unos días tomándolo y el progreso es evidente.
Flagyl es un jarabe para uso humano, pero dosificado adecadamente por un veterinario, se le administra igualmente a nuestro gato. Si alguien ha probado dárselo, habrá observado que no es "del todo" del gusto del animalito. De hecho, recula, sacude la cabeza, y se vuelve un poco como "la niña del exorcista". Quiero decir, que NO LES GUSTA NADA.
Lo que hacemos Tharem y yo es descubrir qué es lo más le gusta a nuestro gato y reservarlo sólo como golosina para premios. En el caso de Arwen son las gambas. :)))
Cuando le damos el jarabe a Arwen, justo después la premiamos con una gambita troceada. A parte de que así asocia el jarabe a algo bueno, le quita el mal sabor de boca. Durante los primeros días a penas se nota el cambio, pero luego te das cuenta cómo te forma menos jaleo a la hora de la medicación, porque sabe que después se come una gamba, que le encanta.
¡Probadlo, porque funciona!. ;-))
Arwen, inagotable
Nuestra gatita ragdoll cumple hoy 3 meses, y es pura energía inagotable.
Desde hace unos días, le están comenzando a llamar la atención los cables. Ahora que sabe subirse a sitios donde antes no llegaba, como la cama, las sillas, algunos muebles..., ha empezado a descubrir que existen "juguetes" nuevos, a parte de su cuerdecita, pelota y rascador.
Esta misma mañana, igual que la de ayer, Arwen ha aprendido a mordisquear los cables de nuestro piano eléctrico. Más que causarle atención el cable en sí mismo, lo que le gusta es el ruido que hace al darle con la patita y chocar contra el soporte metálico del piano. Cuantas más veces la quito, más va ella insistente a jugar al mismo sitio. Tharem dice que esta gatita es como el conejito de Duracell, y yo creo que tiene más pilas que él. :))
Después de comprender que los cables no se tocaban - o porque ha decidido darme un respiro, tal vez-, su atención se ha ido derechita al ordenador que tenemos en la habitación. ¡En un segundo estaba echada encima del teclado!. Sí, porque el teclado también le gusta. Cuando está encendido, me pasa por delante del monitor, pisando con sus pequeñas patitas las teclas del teclado y me abre pantallas y comandos que ni siquiera sabía que existían, como la de introducir nuevos atajos de teclado. O_o - ¡Ha tenido que venir Arwen a enseñármelo!. Ja,ja,ja -.
A todo esto que miro a Perla, como pidiéndole ayuda y ella me mira como diciéndome: "¿Y qué quieres que haga yo?". La pobre, con sus 15 años, es una santa. Aguanta todos los saltitos que le da Arwen encima del lomo, los mordisquillos en su rabo, y otras cosas varias. Y es que Perla ya tiene costumbres de adulta, es más tranquila y está muy "humanizada". Arwen es ahora la revoltosilla de la casa y la que nos trae a todos de cabeza, incluída a su madre gatuna.
También, debido a estas diferencias de edades entre las dos, Tharem y yo tenemos que darles comidas distintas, adecuadas para ellas. Arwen come su comidita de cachorro de la marca Hills, y Perla come la comida indicada para un gato adulto castrado y alterna con comida para corregir y evitar las bolas de pelo -ahora le viene estupéndamente, porque se pasa el día lavando a Arwen, la peludita-. El show viene a la hora de ponerles la comida, porque aunque las dos se llevan muy bien, Perla ha cogido "celos culinarios" y quiere comerse la comida de Arwen. De hecho, lo intenta cada vez que me doy la vuelta. Así que la estrategia es ponerles a las dos su comida al mismo tiempo, pero separadas unos metros; vigilarlas y cuando han terminado guardar la comida de las dos hasta la siguiente toma. Cuando no lo hacemos así, nos encontramos a Arwen en el comedero de Perla -que también quiere probar lo que come su mami-, ¡¡y a Perla dándose el lote con comida super nutritiva de cachorro!!.
Resultado, Perla ha engordado desde que está la enana. :-))))
Y en fin... estamos los cuatro super entretenidos, en nuestra pequeñita familia. ¿Quién dice que una pareja sin hijos se aburre?. ;-)) ¡¡Adoptad unos cuantos gatitos y veréis qué bien se pasa!!.
lunes, 15 de octubre de 2007
NEGATIVO en leucemia felina e inmunodeficiencia
Hoy me ha llamado por la mañana nuestra veterinaria, y me ha dado la feliz noticia de que Arwen, nuestra ragdollcita, es negativa en leucemia e inmunodeficiencia. :)))
Aunque las dudas cuando sale de un buen criadero son muy pocas, siempre está bien que un análisis de sangre te confirme que tu gatita está más sana que una pera. ;-))
Así que... ¡Tharem y yo estamos muy contentos!.
Aunque las dudas cuando sale de un buen criadero son muy pocas, siempre está bien que un análisis de sangre te confirme que tu gatita está más sana que una pera. ;-))
Así que... ¡Tharem y yo estamos muy contentos!.
miércoles, 10 de octubre de 2007
Análisis de sangre de Arwen
Hoy Tharem ha llevado a Arwen a hacerle un análisis de sangre. Es pura formalidad para ratificar que Arwen está en perfectas condiciones de salud y que no es portadora de la leucemia o de la inmunodeficiencia felina. La prueba de PKD por análisis de sangre no se la hemos podido hacer, porque nuestra veterinaria cree que en el laboratorio donde lleva las muestras, no hacen tal prueba. Como ésta no es importante para el calendario de vacunación, hemos decidimo dejarla para más adelante y comenzar con las otras dos.
Cuando Tharem la ha traído a casa, a eso del medio día, nuestra pequeñita venía con un rapado en su patita y un puntito rojo de sangre allí donde la veterinaria le había pinchado.
Según me ha contado él, cuando la veterinaria le empezó a rapar el pelito, Arwen se asustó y reculó para atrás, pero al ver que no le pasaba nada, se quedó quieta. Fue cuando le introdujeron la inyección, cuando maulló fuerte y Tharem tuvo que sujetarle la cabecita y el cuerpo como pudo, mientras la veterinaria le sacaba sangre. Parece que para aguantar el dolor, Arwen se lió a morderle los dedos a Tharem. Ningún bocadito muy fuerte, pero lo justo para decirle: "¡¡¡qué me dueleeeeeeeee!!!".
Tenemos a una campeona en casa, que se está pasando el resto del día jugando como si nada. De vez en cuando se para y se lame la patita, pero no se ha escondido debajo de la cama ni nos ha rehuído a nosotros. Es muy buena.
Ahí la podéis ver, inventándose mil formas de cazar una cuerda. Está para comérsela. :-)))))
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